Como curiosidad ante todo este boom de los premios Oscar, me entere que existe una especie de maldición que por decirlo de alguna manera que ataca a las féminas que son poseedoras de tan preciada estatuilla. Y es que tan pronto logran tener el premio en sus manos, sus relaciones sentimentales llegan a su fin, es algo así como decir "Hola Oscar, Adiós Mi Amor".
Podemos citar algunos ejemplos como : Helen Hunt y Hank Azaria, aun cuando esta pareja venia de una larga convivencia y su matrimonio fue realizado en el 1999, un año después de obtener la estatuilla como mejor Actriz, por Mejor Imposible, su matrimonio solo duro diecisiete meses. Lo mismo sucedió con Julia Roberts en el 2001, cuando a la par de ganar un Oscar por Erin Brockovich , finiquito su relación de cuatro años con Benjamin Bratt y de mas esta decir que ya se oían campanas de boda. En el 2002 le toco el turno a Halle Berry ganadora gracias a su actuación en Monster’s Ball, para ese momento ya estaba casada con el músico Eric Bénet, pues al poco tiempo y sin previo aviso de alguna crisis matrimonial con menos de tres años de casados, se anunciaba su ruptura definitiva, los que sumamos a esta extraña maldición son Reese Witherspoon y Ryan Phillippe, una joven pareja con siete años de casados que luego de ganar por En la Cuerda Floja en 2005, también se unió a la lista así Hilary Swank y su marido, el también actor Chad Lowe, quienes luego del Oscar por Million Dollar Baby fueron directo a la lista negra "Hola Oscar, Adiós Amor". Esto les puede decir que en la vida no todo es un premio, pero como pesa y no por los cuatro kilos de la estatuilla, sino por toda esa aura mágica que envuelve a tan codiciado premio y es que a veces no sabemos llevar el peso de la fama.
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