Queridos amigos ya dentro de poco no van a tener excusas de que por complacer a la familia, sencillamente no pueden cumplir con el cuarto mandamiento que nos dice que debemos santificar la fiesta, pues este fin de semana me imagino que unos cuantos bañistas italianos se quedaron de una pieza al ver casi al lado de ellos, una capilla con altar, monjas, servicio y cura a la disposición de algún pecador en busca de la enmienda de sus pecados y si es cuestión de lanzarse al agua, pues tranquilamente lo pueden hacer de las dos maneras. Me parece que fue una muy buena idea de Michael Gill , quien realizo una replica en material inflable donde incluso cuenta con vitrales semejante a las originales, pero a mi parecer esto debería ir mas allá de montar la estructura, creo que mas importante es montar la estructura en el corazón de los fieles y los que ya por algún motivo dejaron de serlo.
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